Que los banqueros, un día cualquiera

Que los banqueros, un día cualquiera

Que los banqueros, un día cualquiera, amanezcan modestos y un poco encogidos. Que los cipreses tengan en febrero una pubertad tranquila. Que en los quioscos broten geranios sobre las revistas del porno rosa. O cafés cortados. Algo. Que sigamos descubriendo en pasillos...
Esquiando la maratón

Esquiando la maratón

Despierta y abre la ventana para dejar que entre el gris de octubre y matice el blanco y negro de la radio. Todos los días lo mismo: unos a favor y otros en contra. Y siempre los mismos y en las mismas trincheras. Ninguna sorpresa. O sea que canta en la ducha para...