OBRA PUBLICADA

Quién crea la noche

Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2019
Nº de páginas: 281

Apartado:

Resumen

En Quién crea la noche, decenas de personajes relatan una parte de su vida. Las relaciones humanas, los encuentros fortuitos, las despedidas, las encrucijadas que se les presentan son los elementos que cohesionan todas estas historias que funcionan como vasos comunicantes, como un friso formado por seres que parecen vivir encerrados en su soledad, o sobrellevando una pérdida, o una ausencia, aunque, en realidad, todos están vinculados entre sí: la suma de lo experimentado por cada uno de ellos -que se va encadenando como si se tratara de eslabones de la cadena de la existencia humana-, conforma una composición coral vívida y emocionante que retrata la vida urbana de nuestros días.

La crítica ha dicho…
«En esta obra está destilada toda su esencia, el pensamiento e ideas que fue desarrollando en toda su obra y vida. El viaje es una alegoría de la creación y condición misma de la libertad».

Montse Morata
Cadena Ser

«Mediante 35 historias bien trabadas, Sorela va desplegando un rico mural que conforma una radiografía de nuestro presente. Y es admirable la modulación, la intensidad y la belleza con que este prodigioso mural va apareciéndosele al lector, resultado de conjugar una mirada tan atenta como aguda y selectiva sobre la realidad, con una estimulante imaginación creadora».

Ana Rodríguez Fischer
Babelia

«¿Qué hacer si ya todo está a la vuelta de la esquina y no tenemos un país lejano con el que soñar?, se pregunta. ¿Qué hacer, cuando los lugares comunes han sepultado las multitudes? Sus personajes encuentran el camino correcto cuando aprenden a mirar. ‘Su mirada lo hacía diferente –dice uno de sus protagonistas–. Siempre se veía que estaba pensando en otra cosa’. Este es para Sorela el mejor modo de poner rumbo hacia lo imprevisto en un mundo de ciegos. Un gesto de rebelión».

Jaime G Mora
ABC Cultural

«Maestro en el arte de titular».

Manuel Hidalgo
El Mundo

En medios

La sempiterna curiosidad de Pedro Sorela

por Macarena Berlín, Antonio Rubio y Montse Morata | Cadena SER

Reseñas

Babelia
Vidas cruzadas
Ana Rodríguez Fischer
17 Junio 2019

El Mundo
Montaigne, Sorela, Trapiello y Abbott
Manuel Hidalgo
3 Junio 2019

Nuestro Tiempo
Pedro Sorela y dos grandes poderes
 Joseluís González

Zenda
La gramática interna del cocido
Federico Haro del Río
19 Julio 2019

ABC Cultural
Jaime G. Mora
2 Julio 2019

Letras Libres
Montse Morata 
29 de Julio 2020

Fragmento

Se arrepintió al ver llegar el plato, pero ya era demasiado tarde: no lo podia devolver. Aguacate con langostinos ahogados de una salsa rosa que sofocaría el sabor de ambos, inckuso retirándola con el borde del tenedor. Y se preguntó cómo, a los cincuenta años y se suponñia que maestro en alimentos raros (se rio por dentro), podia seguir cometiendo errors de viajero Novato como pedir “ensalada de aguacate” en un restaurant; la palabra ensalada sirve para emboscar todo tipo de fechorías.

Quizá otra restaurantada no le habría chocado de esa forma, pero los aguacates eran para él una de esas pruebas que nos ponen en la vida para avisarnos de lo que llevamos recorrido: él había visto a su madre pagar veinte dólares por un aguacate de una Amarillo grisáceo que había traído un mariner de contraband, en los tiempos en que con veinte dólares se salía de pobre una semana. Su madre lo había comprador por pura nostalgia de Suramérica y como ilustración de los cuentos sobre aquellas tierras de abundancia que les contaba a sus hijos antes de dormer. Y no es que no la creyeran –los niños siempre creen a su madre, diga lo que diga-, pero esa mantequilla amarilla llena de fibras les trajo la prueba tangible de que en efecto había otro mundo real y a él se iba en barco.

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