MIRADA SORELA

Misterio

Apartado: Sastrería

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AGUA. «China Empire of living symbols», de Cecilia Lindqvist

La escritura, si se piensa, es uno de los actos más misteriosos que existen. Qué es lo que hace que alguien, poseído por una fuerza de la que nadie sabe, a la postre, nada, se siente a alinear hileras de signos que son en sí mismos verdaderos enigmas. (Para verlo de inmediato nada como acercarse a un sistema similar, pero muy lejano, como la caligrafía china).

Los caminos son infinitos. En realidad, no otra es la Angustia Ante la Página en Blanco: la incapacidad de elegir ante mil ante un millón de opciones posibles. Pues en la escritura, más que en la pintura y sospecho que en la música, y no digamos en el cine, la libertad del redactor es muy alta. Basta leer a Shakespeare para comprobarlo.

MANO. «China Empire of living symbols», de Cecilia Lindqvist

Entre estas opciones existen básicamente dos: Copiar o Crear. Nuestra época Neo Romántica valora Crear muy por encima de la Copia, pero no siempre fue así. Borges explica que en la época clásica al escritor se le medía por su capacidad para ejecutar un canon: un soneto, por ejemplo. De lo que se trataba era de ejecutar una forma establecida de la mejor manera posible. Stendhal dijo famosamente que una novela es un espejo al borde del camino. Hoy hemos aprendido que todo, o por lo menos mucho, depende de quién sostenga el espejo, pero se entiende lo que Stendhal quiso decir. al margen de todos los que se agarrarían a su frase para no pensar y, peor aún, no crear.

Antes de la opción de Copiar o Crear existe otra más radical y decisiva: escribir con corajeo no. En esa opción el escritor elige dónde se sitúa.