OBRA PUBLICADA

Cuéntamelo de nuevo

Editorial: Ediciones SM
Año de publicación: 2003
Nº de páginas: 149
Edad: 12-15 años

Apartado: Jóvenes

Resumen

Maura pasa las vacaciones de verano con su padre en el Risco de las Alas. Para los marineros de Cristobal Colón, ese era el borde del mundo, pues creían que allí se acababa la Tierra. Y más allá solo existía el universo de los monstruos. Más de cinco siglos después, la isla sigue guardando ciertos secretos…

El autor comenta

Esta novela se desarrolla en la isla más extrema de Europa, por el lado de las Canarias, y es a la vez una isla y, claro está, una memoria, una nostalgia: La de los veranos que, padre divorciado, pasé en playas y casas de campo con mi hija Inés cuando era niña. Y la de mis propios veraneos eternos, de niño, en las costas de Cataluña y Mallorca, antes de su destrucción por la codicia, la ignorancia y el mal gusto -acaso todo ello es lo mismo- quién sabe si para siempre. Es pues una costa bellísima y áspera, una isla tranquila, como suelen serlo, pero al lado de las simas habitadas por los monstruos.

Y luego la novela tiene que ver con la única ideología en la que fui educado en mi vida: el odio al racismo. Y no hacía falta que nos educaran pues de alguna forma mi hermano y yo (mi hermano era mucho más político que yo) reaccionábamos contra él de una forma natural desde niños. ¿Sería genético? No sin cierta sorpresa genuina, con el tiempo me fui enterando de que desciendo de Juan del Corral, un dictador decisivo en la liberación de los esclavos en Colombia, y de que mi abuelo, explorador de Guinea y jefe de una de las últimas grandes expediciones de España en África, que bajó hasta el río Níger, dedicó buena parte de su vida y su fortuna a la creación de la Sociedad Antiesclavista Europea, con la escritura de varios libros sobre el tema y un triunfo que, sin retórica, me parece el mayor de la familia: consiguió que los países aún esclavistas -había nacido un siglo antes que yo- prohibieran los latigazos como castigo.

Quizá parezca algo muy distante en relación con la trama del libro pero yo no lo creo: no veo muchas diferencias entre aquellos esclavos y los negros africanos que llegan a Europa arriesgando la vida en la travesía para encontrarse un futuro erizado de alambradas, fronteras y papeleos imposibles para impedirles ganarse un futuro mejor.

Por razones que todavía no comprendo -¿no ve la gente los telediarios?-, el libro no consiguió los lectores que yo esperaba.

Fragmento

Corrí a la casa por comida y algo de abrigo. Pues me había dado cuenta de que el hombre también temblaba, no sé si de frío o de miedo. Seguro que de las dos cosas. 

No sé por qué tomé esa decisión y no otra: decirle que viniese conmigo, por ejemplo. Intuía que ir a la casa no era seguro: la casa estaba más cerca del mar, y en el mar, la guardia civil. 

Y en efecto, le había hecho ya a mi amigo un gran bocadillo de chorizo con el pan traído el día anterior, y volvía a la cocina con una manta cogida en un armario (no me atreví a robar ningún chaquetón de mi padre, se hubiese notado mucho), cuando me encontré en la puerta de la cocina a un individuo vestido de verde. 

-¡Ah! -medio grité (digo «medio» porque yo detesto los gritos), y se me cayó la manta al suelo. 

Desde luego la isla también se podía llamar de los fantasmas

-Perdona, Maura -me saludó por mi nombre: es sabido que los fantasmas lo saben todo y se comportan siempre como si fuesen de la familia-. Soy Jorge, y ya nos hemos visto antes, ¿recuerdas?