La mentira más gorda con menos palabras

La mentira más gorda con menos palabras

La suerte, mucha suerte escrita al comienzo de mi destino, quiso que yo tuviese una infancia de piloto de avión, y el colmo, como si me hubiesen premiado, que desde el principio tuve que hablar y aprender en tres o cuatro idiomas, como si hubiese sido un habitante de...